viernes, 25 de junio de 2010

Punto. Seguido.

Escribir corto es bueno. Me gusta. La coma alarga. Es agotador leer tanto. Prefiero a trozos. Es más veloz. Menos denso. Menos tedioso. Más cercano. Leí libros donde se usa el punto seguido. Unos son buenos. Otros bastante malos. Mejor olvido lo peyorativo. La poesía también lo usa. Es audaz. Perturbador. Me agrada. Leo a Rimbaud por eso. Pero no odia la coma como yo. Quizás estoy enferma. Equivocada. Cortante. Me lo han dicho. Lo juro. Me aburrí de escribir ¿Por qué no usé una coma? ¿Qué me hizo una coma? Nada. Es envidia de algo que sabe hilar. Eso debe ser.
Perdóname, querida coma.

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